Si sueñas con un cabello sano y sedoso pero tu melena está débil y sin brillo, quizás es hora de actuar. El pelo está expuesto a numerosos factores como la contaminación, el estrés y las altas o bajas temperaturas, que pueden provocar un impacto muy negativo en la salud del cuero cabelludo. Tan solo necesitas algunos cuidados para mejorar su aspecto y devolverle la vida.
Lávalo correctamente
Es el primer paso para tener un pelo sano. Utiliza champús con pH neutro, que no contengan sulfatos ni siliconas que pueden irritar y deshidratar la piel del cuero cabelludo.
Además, el enjabonado debe ser suave, sin apretar mucho con la yema de los dedos y el agua mejor templada, ya que el agua muy caliente estimula la producción de grasa.
Hidrátalo con mascarillas nutritivas
La hidratación es vital para el cabello, al igual que para la piel. Un cabello seco pierde el brillo y tiene mucha más facilidad para partirse.
Es muy importante emplear mascarillas nutritivas que alimentan el folículo piloso. Los ingredientes estrella son la miel, cereales como el trigo o la avena, plantas como el hibisco, cascarilla del arroz o proteínas de seda. Se deberían aplicar siempre tras someter al pelo a tratamientos agresivos, ya sea un tinte no natural, la permanente o un exceso de secador o plancha.
Cepíllalo de forma regular
Es recomendable cepillar el cabello al menos dos veces al día, tanto por la mañana como por la noche. Un bonus extra es cepillarlo antes del champú, así se reparte el sebo de las raíces hasta las puntas. Aunque te parezca extraño, es el mejor truco para proteger naturalmente el cabello, cuidar las cutículas y evitar los nudos.
Si incorporas estos pequeños gestos diarios a tu rutina de cuidado capilar presumirás de un cabello sano. Así de sencillo, ¡te sentirás radiante!
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